Los guardias de asalto bajo el liderazgo de Muñoz Grandes
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cientes. Esta carta debe de ser de varios días antes de su publicación
en prensa, ya que en días anteriores se podía leer:
«EL TENIENTE CORONEL MUÑOZ GRANDE, JEFE DE
LAS FUERZAS DE ASALTO, EN OVIEDO
OVIEDO, 2.—Se encuentra desde ayer en esta ciudad el
teniente coronel jefe de las fuerzas de Asalto, don Agustín
Muñoz Grande, acompañado del capitán ayudante, don José
Pérez Martínez. Hoy, al mediodía, revistó las fuerzas de
Asalto expedicionarias, y por la tarde marchó a la cuenca
minera para visitar los destacamentos de dicho Cuerpo»
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.
Lo que vendría a confirmar que no participó en las intervenciones
de los guardias de asalto en Asturias. Como relata Viqueira (1994):
«Posteriormente, el 1 de noviembre, se trasladó a Oviedo
el coronel Agustín Muñoz Grandes para inspeccionar a las
Fuerzas de Asalto, como mando supremo de las que fueron
enviadas a Asturias procedentes de diferentes sitios de Es-
paña, antes del estallido de la revolución».
Debemos centrarnos en lo que supuso para Madrid la Revolución
de 1934, ya que las operaciones llevadas a cabo, tanto por la sección
de Asalto, como por el resto del cuerpo de Seguridad, sí estuvieron
supervisadas y ordenadas por Muñoz Grandes, porque como hemos
mencionado, en aquellas fechas era el inspector accidental del cuerpo
de Seguridad también.
Apoderarse de la capital de España era un acontecimiento decisi-
vo para que pudiera triunfar la revolución. Desde Madrid pretendían
irradiar toda la acción subversiva hacia los restantes territorios, a ex-
cepción de Asturias y Cataluña, que ya estaban comprometidas con an-
terioridad para, con sus propios medios, llevar a cabo el derrocamiento
del régimen republicano. De ahí la importancia de la actuación de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad durante esos días.
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El Siglo futuro
, 3 de noviembre de 1934, p. 2.