CIENCIA
POLICIAL
132
que llegó a un garaje de la calle Argumosa, así como en un solar de la
calle Ancora.
Toda esta munición nos da una idea de las intenciones revoluciona-
rias que tenían los sublevados, el uso de la fuerza extrema para conse-
guir sus propósitos, que serían malogrados por la intervención de los
Cuerpos que tanto entonces, como en la actualidad, están encargados
de velar por la seguridad y tranquilidad de la sociedad, con y para la
que realizan su profesión.
En total 65 detenidos que posteriormente fueron procesados, por
los sucesos de Prosperidad. Los hechos fueron calificados por el fiscal
como delito de rebelión, otro de atentado y varios de tenencia ilícita
de armas y explosivos. Finalmente, se retiraría la acusación a 47 pro-
cesados, se absolvió a nueve y, se condenó a nueve por atentado a cua-
tro años y dos meses de prisión, más 500 pesetas de multa y a cuatro
meses y un día de arresto por tenencia de armas, además de ordenar
la disolución del Círculo Socialista de Prosperidad.
Así empezaba el triste balance de aquellos días, continuado con ata-
ques contra comisarías, la central telefónica, cuarteles… Cabe resaltar
que después del control de estos desenfrenados ataques por parte de
las FF y CC de Seguridad, las acciones dejaron de estar tan coordina-
das, pero continuaron y, en ocasiones, se recrudecieron, hasta ser casi
controladas por completo, si bien durante algunos días prosiguieron
ciertos «paqueos», que causaron bastante alarma entre la población.
Recordemos que la RAE define
paquear
como «disparar como los
pacos». Paco: 1. m. En las posesiones españolas de África, moro que,
aislado y escondido, disparaba sobre los soldados. 2. m. Combatiente
que dispara como lo hacían los pacos. El término se aplicó en un prin-
cipio a los francotiradores rifeños, ya que los viejos fusiles que utili-
zaban tenían un sonido seco como
pá
que, unido al eco que producían
los barrancos,
co
, formó la palabra «Paco» para identificarles. Por ello,
la acción de disparar como ellos, como francotirador, se generalizó
durante cierto tiempo como
paquear
.
Este fue el primero de los altercados, después de que se proclamara
la huelga general esa misma noche, para Madrid y la mayoría de los
pueblos de los alrededores, prolongándose hasta el 12 de octubre, en