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Los guardias de asalto bajo el liderazgo de Muñoz Grandes

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los conductores de estos vehículos. Estas acciones ocurrían debido a

la huelga en curso y a la amenaza que esto representaba.

Ese día terminó trágicamente en la calle San Bernardo, donde fue

agredida una pareja de Seguridad que patrullaba a caballo. Desde un

balcón o tejado les lanzaron varios ladrillos, uno de los cuales dio en

el caballo del Guardia Esteban Casla Llorente, el caballo se espantó,

derribó a su jinete y al caer este se fracturó la base del cráneo, falle-

ciendo el día siguiente. Tenía 37 años y pertenecía al 1.

er

Escuadrón

de Caballería de Madrid.

El día 6 la prensa vespertina publicaba:

«ESTA MAÑANA SE HAN REGISTRADO GRAVÍSIMOS

SUCESOS EN TETUÁN DE LAS VICTORIAS

Un Guardia de Asalto, vilmente asesinado por la espal-

da. En un nutrido tiroteo entre los revoltosos y la Bene-

mérita, resultan dos muertos y varios heridos.

UN GUARDIA DE ASALTO MUERTO A TIROS»

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Se trataba del cabo interino de los Guardias de Asalto Manuel Uce-

ta Bravo, de 28 años y perteneciente a la 9.ª Compañía de Asalto de

Madrid, que, tras salir de su domicilio, en la calle 12 de Abril, sobre

las siete de la mañana, cuando se dirigía a su servicio, frente al cine

Tetuán, fue tiroteado por la espalda por varios individuos a muy cor-

ta distancia. Una pareja de la Guardia Civil y otro compañero de Asal-

to acudieron rápidamente en su auxilio, al escuchar las detonaciones,

pero no pudieron hacer nada por su vida, y aunque dispararon a los

agresores, estos lograron huir. Similar asesinato el acaecido apenas

un mes antes.

Ese mismo día, una pareja de la Guardia Civil que se encontraba

de servicio en el Hotel del Negro, demolido en enero de 1953 para

construir la actual plaza de Castilla, fue atacada violentamente con

armas de fuego por varios revoltosos. Pidieron refuerzos y en su

apoyo llegaron varios camiones de los de Asalto, dando lugar a un

tiroteo, hasta que los revolucionarios huyeron, dejando tras de sí dos

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El Siglo Futuro

, 6 de octubre de 1934, p. 1 y La Época, mismo día, p. 1.