CIENCIA
POLICIAL
124
a otra rápidamente, pero de manera mucho más superficial, perdien-
do, por tanto, gran cantidad de datos por el camino, en comparación
con personas que no realizan tan frecuentemente este tipo de tareas
simultáneas (Firth
et al.,
2019).
Con respecto a los ciclos del sueño, no es únicamente el hecho de
estar navegando en las redes sociales lo que impide a los usuarios
dormir, sino que la propia luz de la pantalla del teléfono móvil afecta
a la facilidad de conciliación del sueño. La tonalidad de la luz de estas
pantallas es azulada, color que el cerebro asocia a la luz diurna, lo cual
provoca que el mismo reduzca la producción de melatonina, hormona
que ayuda a conciliar el sueño y que es producida en mayores cantida-
des en presencia de luz con tonalidad rojiza o anaranjada, luz, por otra
parte, asociada a las horas nocturnas. Por lo tanto, al utilizar el telé-
fono cerca de la hora de inicio del sueño, el cerebro interpreta exacta-
mente lo contrario, propiciando que la persona se mantenga despierta
por más tiempo (Wood
et al.,
2013; Chang
et al.,
2015).
Otras de las consecuencias del empleo de las técnicas de persua-
sión son la ansiedad y la depresión, reflejándose el paralelismo entre
el auge de los
smartphones
y de la depresión entre adolescentes en la
Figura4. Se ha demostrado que existe una relación significativa entre
el uso problemático de estas redes y los síntomas depresivos, exis-
tiendo relación entre estos síntomas y el tiempo (Boers
et al.,
2019) y
frecuencia de uso de las mismas, siendo la relación más significativa la
existente con la frecuencia con la que se utilizan (Shensa
et al.,
2017),
es decir, el hecho de acceder una y otra vez de manera compulsiva,
algo que, por otra parte, buscan estas plataformas, persuadiendo a
sus usuarios a conectarse una y otra vez a la red social. Y una de las
razones por las cuales las personas comprueban estas de manera com-
pulsiva es lo conocido como FOMO,
Fear Of Missing Out
(miedo a per-
derse algo), el cual se describe como «una omnipresente aprehensión
de que los demás puedan estar teniendo experiencias enriquecedoras
de las cuales se está ausentando y que está caracterizado por el deseo
de estar continuamente conectado a lo que los demás están haciendo»
y ha sido relacionado con altos niveles de conectividad a las redes
sociales, aumentando a la par que estos, así como con sentimientos
de ansiedad (Royal Society for Public Health, 2017; Przybylski
et al
.,
2013). Asimismo, se ha demostrado que la cantidad de redes sociales
utilizadas es el predictor más importante a la hora de determinar la
probabilidad de depresión de una persona, existiendo una relación li-