La persuasión de las redes sociales
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Es también reseñable el efecto que tiene leer una información falsa,
habiéndose demostrado que el hecho de haberla leído una vez hace que
si la persona vuelve a encontrarse con ella será más probable que crea
que es verídica, incluso aunque esté etiquetada como falsa o sea con-
traria a sus creencias (Pennycook
et al.,
2018). Teniendo esto en cuenta,
sumado al hecho de que las redes sociales tienden a mostrar contenido
similar al que haya llamado la atención del usuario, es probable que, si
el usuario es expuesto a una información falsa una vez, lo sea de nuevo
en el futuro. En este sentido, es importante reseñar un estudio en el
cual se comprobó que a más del 50 % de los adolescentes estadouni-
denses participantes les costaba distinguir entre una noticia falsa y una
verdadera, relacionando positivamente muchos de ellos la popularidad
de la publicación con la probabilidad de su veracidad (Wineburg
et al
.,
2016), lo cual facilita aún más la expansión de creencias falsas.
Especial éxito en las redes sociales tienen las teorías conspiratorias
por su capacidad de captar la atención, cumpliendo los dos requisitos
de ser una información inesperada y de alto contenido emocional ne-
gativo. De acuerdo con un estudio, los usuarios de Twitter comparten
contenido falso, con capacidad de polarización y relacionado con teorías
conspiratorias en mayor proporción que contenido verdadero (Howard
et al.,
2018). Además, es importante señalar el efecto que tan solo dos
minutos de visualización de un vídeo acerca de una teoría conspiratoria
tiene en el que lo ve, reduciendo sus actitudes prosociales y su creencia
en hechos científicos probados (van der Linden, 2015). Ejemplo rele-
vante es el de Pizzagate, una teoría conspiratoria que surgió en 2016, de
manera previa a las elecciones presidenciales, en la cual se relacionaba
al partido demócrata con una supuesta red de tráfico de menores que
tendría su sede en una pizzería en la ciudad de Washington. Esta teoría
cobró tal proporción que terminó con un individuo armado irrumpiendo
y disparando en la pizzería para rescatar a esos supuestos menores.
Finalmente, es de gran importancia reseñar que, en muchas ocasio-
nes, estas informaciones falsas tienen su origen en agentes externos a
las redes sociales que abusan del funcionamiento de las mismas para
lograr dar publicidad a su visión y tratar de manipular a la sociedad a
través de la desinformación, mediante tergiversaciones de la verdad
o mentiras directamente. Prueba de ello es la estimación de que alre-
dedor del 66 % de los enlaces a páginas populares son publicados por
bots («programa informático autónomo que es capaz de llevar a cabo
tareas concretas e imitar el comportamiento humano» [Carlini, 2018])