CIENCIA
POLICIAL
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En el pasado, la publicidad era mostrada en periódicos, revistas,
radio o televisión, entre otros, todos ellos medios de comunicación
social que llegan a un espectro social y demográfico bastante amplio.
Por aquel entonces, a la hora de diseñar un anuncio publicitario, sus
creadores se basaban en estudios estadísticos de los intereses de los
diferentes sectores de la población, hechos, por ejemplo, a través de
encuestas. Otro aspecto que también consideraban era la geografía, uti-
lizando los códigos postales al definir estos diferentes grupos sociales,
según, por ejemplo, su nivel adquisitivo. Sin embargo, con la aparición
de las redes sociales y el desarrollo de la capacidad de procesamiento
de los ordenadores y de la inteligencia artificial, todo esto cambió.
La actividad de los usuarios en las mismas comenzó a poder reco-
pilarse y procesarse, esto, junto con el número de usuarios que estas
fueron acumulando, hizo que dejasen de ser necesarios los estudios
estadísticos, teniendo información real y actual sobre la personalidad
de cada uno de los usuarios. Con ello, tanto el diseño de anuncios como
su envío al público acertado se volvió mucho más preciso, al no tra-
bajar ya con estimaciones. Los amplios grupos de población a los que
enviar publicidad pasaron a ser cosa del pasado, definiendo ahora gru-
pos mucho más pequeños y delimitados en cuanto a sus intereses. En
consecuencia, la manera de hacer publicidad también cambió, pasando
a ser mucho más precisa en cuanto a los intereses a los que busca ape-
lar en la audiencia objetivo, llegando a definirse hoy en día diferentes
versiones de anuncios de un mismo producto para ser enviados a cada
pequeño grupo objetivo correspondiente (Singer, 2022).
Teniendo en cuenta lo explicado hasta ahora, el
microtargeting
pue-
de definirse como «una técnica avanzada de segmentación psico-geo-
gráfica, basada en la determinación mediante un algoritmo de una
serie de rasgos demográficos y actitudinales que distingan a individuos
de cada segmento objetivo» (Barbu, 2014). Permite, por un lado, di-
señar la publicidad con mayor precisión y, por otro, garantizar que la
misma llega a la audiencia objetivo, eliminando de esta forma también
la insatisfacción del usuario, al que ya no llega publicidad que no sea
de su interés que pueda provocar su cansancio, y propiciar el abando-
no de la aplicación y el consecuente descenso del tiempo de conexión.
Además, es importante también hablar en este apartado del concepto
del
flow
, puesto que si la publicidad no fuera de interés para la perso-
na, se rompería ese estado y esto tendría también como consecuencia
el descenso del tiempo de conexión.