CIENCIA
POLICIAL
96
que produjo gran revuelo y aglomeración de personas. De tal manera,
acudieron varios Guardias intentando proteger a las mujeres que ya
eran perseguidas por más personas. Estas se refugiaron en el café Na-
cional. Se presentaron varios agentes de la Brigada de Investigación
Criminal y Social, secundados por un vehículo de Guardias de Asalto,
que apenas con su presencia
redujeron a los amotinados, disolviéndo-
los, sin que ocurrieran nuevos incidentes
7
. Dos de las mujeres, junto
al chaval, fueron conducidos a la comisaría del distrito del Congreso.
Al día siguiente se podían leer los titulares: «Un motín en Atocha.
¡YA HAN ACTUADO LOS GUARDIAS DE ASALTO!» y «Por primera vez
intervienen, con éxito, los guardias de asalto de reciente creación»
8
.
También Barcelona contó pronto con estas compañías, igualmente
fueron 80 los Guardias que iniciaron la andadura de los de Asalto en
la Ciudad Condal.
El
ABC
publicó el 5 de agosto un reportaje de tres páginas, dedicado
a los nuevos guardias de asalto, ilustrado con varias fotografías. En él
se leía, entre otros agasajos:
«¡Se acabó el genízaro feroche, el energúmeno del cas-
co...! Se acabó..., porque en el cielo del orden público brilla
un astro nuevo: el guardia de asalto, cuya misión es prime-
ramente estar seguro de su fuerza y de su destreza, y des-
pués... emplearlas sonriendo. Sonreír, sonreír siempre ante
la multitud belicosa; no utilizar sus armas hasta el último
extremo, reprimir con buen humor. […]
Lo primero que han capturado los guardias de asalto ha
sido la simpatía del pueblo madrileño. Jamás se había dado
el caso de unos guardias ovacionados durante el cumpli-
miento de su misión represiva. Los de asalto actúan gene-
ralmente ante el aplauso de las multitudes».
7
El Imparcial
. 30 de mayo de 1931, p. 6.
8
El Imparcial y el Heraldo de Madrid
de 30 de mayo de 1931.