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CIENCIA

POLICIAL

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zado el limar la corona de los escudos, para eliminar las referencias

reales, además, así quedaban como si fuera una torre, que sería la

futura figura de los escudos republicanos.

Se estableció el primer Gobierno provisional, presidido por Niceto

Alcalá Zamora, marcadamente conservador, con unos ministros entre

los que destacaba Manuel Azaña.

Los días 11 y 12 de mayo de 1931 Madrid se constituyó en el epicen-

tro de una serie de altercados que se propagaron por media España

y que consistieron en la quema de iglesias y destrucción de objetos

artísticos y litúrgicos junto a la profanación de algunos cementerios

y conventos. Violencia que sirvió para que los mandatarios se dieran

cuenta de la imposibilidad de encarar esos enfrentamientos de orden

público únicamente con la Guardia Civil, ya que su intervención, ine-

vitablemente, conllevaba cierto número de heridos e incluso bajas. No

se adaptaban a la lucha callejera, armamento lento y mortal, uniforme

inadecuado y disciplina muy rígida. En las actuaciones daban tres to-

ques de atención, si eran agredidos, disparaban en legítima defensa,

con el consiguiente derramamiento de sangre.

«En la Casa de Socorro del Distrito del Centro y en la

Clínica de urgencia de la plaza Mayor fueron asistidos, de

diversas heridas y contusiones de carácter leve, algunos de

los revoltosos, producidas en su mayoría por los sables de

los guardias».

5

Noticias como esta eran bastante habituales, por meras escaramu-

zas de estudiantes o trabajadores en huelga. Tanto los guardias de

Seguridad como la Guardia Civil, que actuaban conjuntamente en la

mayoría de las ocasiones, usaban sables y armas de fuego para re-

primirlas. Existen muchas fotografías en prensa que lo documentan.

Los de Seguridad utilizaban un «machete policial», golpeando con la

parte plana, pero no siempre se aseguraba el golpe y aunque no tenían

apenas filo, las heridas podían llegar a ser importantes. Se hacía nece-

sario modernizarse y buscar un nuevo cuerpo, más ágil, que estuviera

muy entrenado, totalmente movilizable, con armamento moderno y

sabiendo emplear modernas tácticas de represión sobre los tumultos

callejeros que, generalmente, eran bastante insignificantes.

5 Periódico

Ahora

, 26 de marzo de 1931, p. 5.