Los guardias de asalto bajo el liderazgo de Muñoz Grandes
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y protector de los huérfanos de sus compañeros se unía que el colegio
estaba en Carabanchel Bajo, su lugar de nacimiento, que siempre llevó
a gala. Fue reconocido como uno de los personajes ilustres de Caraban-
chel. Se le nombró hijo predilecto y en 1926 se bautizó con su nombre
la Carretera y el Paseo del Hospital Militar, pasando a ser el
Paseo de
Muñoz Grande
. El motivo de ese honor fue el de reconocer su heroísmo
como militar en las campañas que pacificaron el Rif de 1920 a 1926,
lugar en el que sufrió varias heridas debidas a su arrojo y capacidad
militar, siendo un jovencísimo oficial del Ejército
Continuando con el relato cronológico, hay que mencionar que no
participó
in situ
en sofocar la rebelión de Asturias, como más adelante
vamos a analizar.
Destituido el 17 de mayo de 1935, los dirigentes del momento no
supieron aprovechar su apoliticismo, ni sus singulares dotes de mando
para un cuerpo de Seguridad del Estado. El tiempo que ejerció como
líder de los de Asalto siempre estuvo pendiente del servicio, de las
necesidades de sus hombres, fijándose hasta en los menores detalles,
tanto de los guardias como de sus familias. Con todo ello creó unos
inquebrantables lazos de afecto con sus hombres. Era respetado y que-
rido por guardias y oficiales.
Posiblemente la causa de su cese fuera el que en varias ocasiones
sonó su nombre como uno más de los militares conspiradores contra
la República, eso unido a que, como hemos expuesto, sus guardias de
asalto estaban dispuestos a obedecerle ante cualquier circunstancia,
hacía de él un potencial peligro.
Permaneció un tiempo en la situación de disponible, acabando por
ser destinado a Infantería en Asturias y antes de terminar el año, vol-
vió a Marruecos, como delegado de Asuntos Indígenas de la Alta Co-
misaría de España en Marruecos e interventor general del Rif. El 14
de junio el diario
Ahora
publica su dimisión del cargo de delegado de
Asuntos Indígenas en la Alta Comisaria de España en Marruecos, y
para sustituirle se nombra a don Eleuterio Peña Rodríguez. En días
posteriores más periódicos se hacen eco de tal dimisión. Según el pe-
riódico
ABC
el 22 de junio regresó a la Península. Es en ese periodo,
cuando asciende a coronel, con antigüedad de 31 de diciembre de 1935.