La formación como estrategia de mejora de los objetivos operativos
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cimientos técnicos u operativos, hay también una formación en valores
que lleva a un comportamiento ejemplar por parte de los policías.
Esa formación en valores actúa en una doble dirección:
· Crea una «imagen de marca», un estilo característico de comporta-
miento identificable por los ciudadanos.
· Refuerza el sentido de pertenencia de los miembros de un cuerpo
de Policía.
Por lo tanto, hay una parte fundamental de la formación, sobre todo
la de los nuevos policías, que debe asentarse sobre la formación en
valores y la identificación con la Policía Nacional, sus símbolos, su
historia y el compromiso personal con el prestigio policial y el cariño
a la institución.
Para ello se proponen las siguientes iniciativas, a sumar a las ya
existentes:
Cada policía es un «embajador de la Policía»: hay que imbuir a cada
policía en el sentido de la responsabilidad que contrae por su compor-
tamiento, sobre todo en el entorno público y cuando viste uniforme. En
toda circunstancia no va a ser juzgado y valorado él personalmente, lo
va a ser toda la Policía, por eso su comportamiento debe ser intachable
en todo momento.
El uso y conocimiento de los símbolos: los símbolos profesionales
articulan la pertenencia a una institución y deben ser conocidos, porta-
dos y apreciados en su justo valor. Hay que recordar que el uniforme o
la placa insignia no nos pertenecen; pertenecen a todos los españoles y
los usamos por delegación y con su permiso. Los españoles nos otorgan
el alto honor de poder utilizar esos símbolos, por eso es tan importante
respetarlos y honrarlos.
Creación de servicios de counselling: en otros cuerpos de Policía se
crean servicios de ayuda y asistencia profesional integrados por com-
pañeros de trabajo. Los que los integran, sea de forma voluntaria o no,
prestan consejo, ayuda y asistencia a otros compañeros, que pueden
acceder a ellos libremente y sin necesidad de informar. Se asegura la