CIENCIA
POLICIAL
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inteligencia (big data policial). La información generada se difun-
dirá en tiempo real a través de la red de comunicaciones interna.
· Nuevos sistemas de formación académica y adaptación curricular
(uso de las TIC, formación a distancia) basadas en la e-formación
(transformación digital aplicada en formación).
· Identificación de patrones: uso de leyes de potencia como tasa base
(Ley de Zipf
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).
· Minería de datos de seguridad (big data policial). La minería de da-
tos se coordina con un sistema de inteligencia y de comunicaciones
en tiempo real. La clave de su funcionamiento es la identificación
de patrones y la generación de interfaces de comunicación operativa
basadas en procesamiento del lenguaje natural.
· Generación de políticas de security (prevención de riesgos)
· Utilización de robótica en seguridad: desarrollo de proyectos de ro-
bots para detección de explosivos (nariz química y similares), des-
activación de explosivos (TEDAX-NRBQ), trabajo en espacios con-
finados y en el interior de fluidos (Unidades de Subsuelo), robots
buscadores en bajos de vehículos y para la vigilancia de perímetros
y superficies de seguridad (Seguridad ciudadana) y drones (medios
aéreos).
· Procedimientos de seguridad basados en automatismos. La inteli-
gencia policial y la búsqueda de patrones permite generar algorit-
mos de ejecución que a su vez operan como automatismos opera-
tivos.
· Generación de «ciberidentificadores» de usuario basados en patro-
nes biológicos (huella dactilar, ADN, iris, perfil de voz, etc).
7 La llamada ley de Zipf, formulada en la década de 1940 por George Kingsley Zipf, lingüista de la Uni-
versidad de Harvard, es una ley empírica según la cual en una determinada lengua la frecuencia de
aparición de distintas palabras sigue una distribución que puede aproximarse por
P_{n}\sim 1/n^{a}}P_n \sim 1/n^a
donde (Pn) representa la frecuencia de la n-ésima palabra más frecuente y el exponente (a) es un
número real positivo, en general ligeramente superior a 1.1. Esto significa que el segundo elemento
se repetirá aproximadamente con una frecuencia de 1⁄2 de la del primero, el tercer elemento con una
frecuencia de 1⁄3 del primero y así sucesivamente. Una ley no empírica, pero más precisa, derivada de
los trabajos de Claude Shannon fue descubierta por Benoît Mandelbrot.