Aporofobia: la discriminación discriminada
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dentro de la estrategia integral del Consejo de Ministros de 2011 con-
tra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y otras formas
conexas de intolerancia, ya se recogía la lucha por la inclusión, que
implica la creación de procesos que lleven a superar las desventajas
sociales y económicas para ejercer la participación ciudadana, supe-
rando la estigmatización que conlleva la pobreza, la marginación y la
exclusión social. También recoge, en sus informes anuales de delito
de odio, la aporofobia y la Comisión de Justicia del Senado propuso,
en 2017, la integración de la aporofobia en el 22.4 CP. Se explica la
situación actual y se define el modo actual de proceder a la espera
de futuros y deseables cambios normativos que han surgido con la
aprobación de la L.O. 8/21 y 6/22. Los últimos informes oficiales rea-
lizados, fundamentan la necesidad de inclusión de la aporofobia como
causa agravante de discriminación, en la vulneración del principio de
igualdad, recogido en el art 14 CE y se propone una nueva redacción
del art 22.4 CP (BUSTOS RUBIO, 2020, p7)
Este trabajo refleja, igualmente, la gran problemática y motivos
por los que no se denuncian estos hechos, y se proponen modificacio-
nes en los requisitos de perseguibilidad de algunos delitos, equiparan-
do estas agresiones a delitos públicos, para su correcta persecución.
La práctica profesional del autor de este trabajo, junto con los es-
tudios de las entidades municipales encargadas de servicios sociales,
le han llevado a la conclusión, que la tendencia sobre agresiones moti-
vadas por aporofobia puede aumentar. Esta afirmación se basa en dos
datos. El primero de ellos es que el número de personas indigentes
que viven en la calle ha aumentado, debido entre otros factores a la
crisis económica y por otro lado a la menor capacidad de acogida de
los servicios sociales, debido a las medidas de protección y aislamien-
to que llevó aparejada el anterior estado sanitario. Junto a este dato,
se une que ha aumentado la hostilidad hacia los indigentes, a los que
se suma además de su desprotección extrema, el rechazo e inquina
que padecen cuando la ciudadanía le solicita y le recriminan no utili-
zar mecanismos de protección frente a la pandemia.
El Inspector, en su práctica policial ha podido observar que cuan-
do habla con un indigente y le entrega guantes y mascarillas para
su protección, produce en el indigente una gran sensación de alivio
y protección. Dicha sensación se debe más bien a evitar el rechazo e