La desinformación como arma de guerra
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En la invasión rusa de Ucrania de 2022, observamos una difusión
interna de la propaganda con efectos internacionales y la misma di-
rigida a una sociedad internacional de manera específica. El tipo de
contenido, en cada una de ellas, difiere según el usuario donde se
estudia el tipo de receptor del mensaje (idioma, cultura, creencias,
edad). La opinión pública internacional viene caracterizada por una
heterogeneidad marcada por los diferentes países con una intensidad
variable, puesto que el estado de los consumidores internacionales
no es siempre el mismo y puede fluctuar, siendo de una naturaleza
agregada y no decisional. El consumidor internacional no es un actor
integrado y no tiene capacidad de decidir directamente en los asuntos
internacionales, sino que solo tiene capacidad de influencia en los
actores o instituciones que sí deciden en los temas internacionales
(Calduch, 2018).
En este conflicto la gran mayoría de fuentes de información, aunque
provengan de fuentes privadas mediante RR. SS., las mismas están
férreamente controladas por los expertos y asesores de los dos Esta-
dos combatientes. La libre información que conoce Occidente, ha sido
previamente filtrada por uno y otro bando para que se conozca única-
mente lo que interesa a sus Estados Mayores.
La propaganda y la modificación de la realidad no solo movili-
zan a las personas, sino que también crean una propia versión de
la verdad, esencial para la consolidación de regímenes autoritarios.
La combinación de desinformación y propaganda es especialmente
importante en tiempos de guerra, como ha demostrado la historia.
La efectividad para justificar una invasión o la continuación de un
conflicto es una de sus principales preocupaciones. Por estas razones,
es especialmente importante prestar atención en el conflicto actual,
al discurso que circula sobre la guerra, desentrañando los argumen-
tos clave para su justificación y prolongación a lo largo del tiempo.
Según la imagen presentada por los principales medios de comuni-
cación internacionales, podría parecer que el conflicto armado en
Ucrania comenzó con la invasión de la FdR, en febrero de 2022, pero
la realidad es que el país lleva, por lo menos, ocho años en una guerra
civil entre prooccidentales y prorrusos, con el telón de fondo de una
disputa por el control geopolítico y geoeconómico del país (Camargo
y Urbán, 2022).