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CIENCIA

POLICIAL

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cial, aspectos operativos y técnicas psicológicas para poder controlar o

gestionar mejor ese estrés producido en determinadas intervenciones.

En relación con la primera hipótesis planteada, los resultados ob-

tenidos y analizados indican que los participantes que han realizado

la formación han resuelto mayor número de simulaciones que los par-

ticipantes que no la realizaron por pertenecer al grupo control. Esto

indica que la formación creada en este estudio es eficaz para que los

agentes se desenvuelvan mejor en su labor policial. Castillo (2017) ya

destacó la importancia de tener en cuenta que una intervención poli-

cial es una situación multifactorial y dinámica, ya que en esas situa-

ciones influyen muchas variables que pueden cambiar constantemente,

y por ello, defendió que estos agentes necesitaban una formación que

tuviera en cuenta el mayor número de variables posibles. Este autor

propuso una formación multidisciplinar, pero los resultados del pre-

sente estudio indican que una formación interdisciplinar también es

eficaz para poder hacer frente a la labor policial y a las tareas perte-

necientes a la seguridad ciudadana.

En cuanto a la tasa cardiaca, los datos muestran que la «máxima

línea base» no se ve influida por la formación, lo que podría deberse

a que los agentes de la autoridad, antes de realizar las intervenciones

mantienen un

arousal

estable, es decir, antes de cada intervención son

capaces de regular su nivel de activación y mantenerlo estable. Lo cual

es congruente con lo expresado por S. Ruiz y Mainar (2016) cuando

afirma que los agentes comienzan las intervenciones con una actitud

operativa inocua, ya que cuando se enfrentan a este contexto deben

partir de la creencia de que, al ser agentes de la autoridad, su mera

presencia como agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad debería

ser suficiente para controlar la situación.

Por otro lado, los datos referidos a la «máxima cardiaca» durante

la realización de cada simulación muestran que no hubo alteraciones

significativas tras la realización de la formación, pero sí hubo un au-

mento significativo de la máxima tasa cardiaca en los participantes

que no recibieron la formación. Suponemos que esto podría deberse a

dos razones, la primera de ellas podría estar relacionada con que sa-

bían que eran el grupo control y que no habían recibido la formación,

y ello pudo aumentar su incertidumbre respecto al

retest

; la cual es

consecuencia de su inseguridad sobre el desarrollo de la situación y