CIENCIA
POLICIAL
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millones de datos de clientes y usuarios, que deben gestionarse de ma-
nera segura. Esto evitará fugas de datos masivas como las ocurridas
en los famosos casos de Sony o Ashley Madison, que supusieron la pu-
blicación en la red de los datos personales de millones de sus clientes.
Entre las tareas que lleva a cabo el Instituto Nacional de Cibersegu-
ridad (INCIBE) se encuentra la de dar soporte en materia de seguridad
informática a empresas de nuestro país. Las empresas deben conocer
la información que gestionan, clasificándola según su criticidad, es
decir, es de su deber conocer su grado de seguridad. Deben establecer
medidas técnicas, organizativas y jurídicas así como incorporar sis-
temas de verificación de identidad robustos que mantengan el difícil
equilibrio entre accesibilidad y seguridad. También deben incorporar
mecanismos internos que permitan a los usuarios denunciar casos de
suplantación, como ya realizan empresas como Twitter o Facebook, de
manera rápida y ágil.
Por último, la prevención debe existir a nivel institucional, como el
que realiza el INCIBE. Dentro de la Estrategia Nacional de Cibersegu-
ridad, la línea de acción cuatro incluye el impulso de la ciberseguridad
de ciudadanos y empresas, introduciendo como tercera medida, la pro-
moción de la protección de la identidad digital.
Las FFCCS también cuentan con un papel activo en este ámbito,
quienes realizan comunicaciones sobre consejos y nuevas amenazas.
La Policía Nacional cuenta con más de tres millones y medio de se-
guidores en Twitter, otorgándole un enorme poder de difusión entre
internautas a través de diferentes campañas. Otro campo de acción
es a través de los planes de estudios, mediante el Plan Director para
la Convivencia y Mejora de la Seguridad en Centros Educativos y sus
Entornos. Las Unidades de Participación Ciudadana, a través de sus
delegados territoriales, desarrollan charlas en diferentes centros edu-
cativos a través del programa Ciberexpert@ (ciberexperto.org).