CIENCIA
POLICIAL
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En estos casos, será más prudente, antes de formular las conclu-
siones, buscar otros documentos indubitados para comprobar si real-
mente esa persona tiene varias formas de firma, y estaríamos ante un
polimorfismo, o, por el contrario, muestra una gran constancia en el
trazado de sus firmas, en cuyo caso podría tratarse de un falsificador
que, por las razones que fueran no esperaba que la firma fuera exami-
nada, y, por lo tanto, no se preocupó de imitar la auténtica.
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Proceso escritor
El acto de escribir es un fenómeno enormemente complejo. En
él intervienen factores fisiológicos, psicológicos, ambientales, cultura-
les, materiales, etc.
Para autores como George SERRATRICE y Michel HABIB (“Escritura
y cerebro”. Masson, Barcelona 1997) “escribir es, ante todo, la ejecución
de un gesto y cualquier gesto, por peculiar que sea, sólo es el resulta-
do de la puesta en marcha de determinadas regiones cerebrales en las
cuales se conciben y controlan los movimientos. No obstante, escribir
no se limita a un movimiento efectuado por la mano. Dicho movimiento
ha de prepararse, programarse, elaborarse y controlarse con mayor o
menor grado de conciencia y voluntad para que se corresponda de forma
óptima con las exigencias del momento, deseo o necesidad de escribir”.
El desarrollo de los estudios sobre el cerebro y las nuevas tecnolo-
gías de exploración por neuroimagen, nos han permitido conocer datos
fundamentales del proceso escritor.
Desde que Broca determinara el centro del lenguaje examinando pa-
cientes con lesiones cerebrales que producían afasia, los científicos no
han cesado de localizar, en el mapa cerebral, los centros de producción
de distintas funciones.
Estudios posteriores determinaron que en el control de la expresión
gráfica interviene todo el sistema córtico-subcortical, principalmente,
la zona media de la circunvolución frontal ascendente que controla