CIENCIA
POLICIAL
174
seguidores que se interesan en las publicaciones de los negacionistas
y se manifiestan a su favor en las calles. No se influyen, mientras
los primeros no dejan de aumentar, la cantidad de los segundos se
mantiene estable a su pesar. Por lo que podríamos inferir como con-
clusión que no es solución viable difundir la verdad: se puede enten-
der que suma más valor evitar la mentira o la desinformación y sus
efectos, y que lo acertado sería evitar la difusión de estos bulos o
desinformación interesada.
Cuestión principal se considera abordar el problema del bulo, de
la desinformación, de la mentira en la red, de la polarización de la
opinión que provoca y de los «malvados» bots y erróneos algoritmos
(inicialmente creados para otras tareas, funciones o finalidades) de
raíz y a un nivel global; implicando una coordinación internacional y
a los propietarios de las diversas aplicaciones o plataformas digitales,
pues las redes y las difusiones o mensajes que corren a través de ellas
no entienden de fronteras y se producen en el anonimato que el actual
diseño de las propias redes y el encriptamiento ofrece a los expertos.
Podría ser oportuno idear y tener capacidad de implementar algún
tipo de identificación de las publicaciones en redes, que señalen y di-
ferencien las noticias de las opiniones, la realidad de lo ficticio.
Implementar instrumentos que velen por la veracidad de lo publi-
cado en redes sociales cuando se trata de noticias que se etiquetan
como tal. En un aspecto parecido se ha comenzado hace tiempo la lu-
cha. Existen actualmente en funcionamiento algunos programas para
identificación de aspectos relacionados con la polarización o el odio en
redes, por ejemplo, Twitter ha puesto en funcionamiento la aplicación
trusted flagger y alreco contra el contenido inapropiado y el discurso
de odio, respectivamente. También se intenta luchar contra el deepfake,
inteligencia artificial que crea máscaras poniendo la cara de quien
quiera y/o su voz y utiliza el resultado para difundir mensajes falsos.
En el estudio se infiere que las difusiones de bulos o la desinfor-
mación afectan en última instancia o en fase anterior a las funciones
y competencias de la Policía Nacional, por lo que debe potenciarse su
presencia en dichas redes. Debería potenciarse aún más esta espe-
cialidad y nutrirla con medios y herramientas adecuadas, así como
de personal altamente especializado en el rastreo, seguimiento y