El rumor en la Policía Nacional
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No es posible descartar algún interés espurio tras las publicacio-
nes e intenciones de los llamados líderes del negacionismo. En algún
caso se aprovechó para promocionar una sustancia declarada tóxica
por el órgano correspondiente de la sanidad española, como el MMS,
del que ya se habló durante la investigación. Tampoco podemos des-
cartar en algunos países la existencia de razones de índole político;
en alguno de ellos oposición y gobierno se han enfrentado y tomado
diferentes posturas en lo referente a la utilidad o inutilidad de medi-
das de prevención adoptadas, como en el caso de Brasil.
No deja lugar a dudas que en esta difusión de llamadas a la desobe-
diencia y argumentos negacionistas pudieran haber intervenido los
bots maliciosos, dando valor y seguimiento inexistente a esas publi-
caciones o noticias, o los algoritmos, haciéndolas visibles a internau-
tas que se interesaban simplemente por el precio de unas mascarillas
a través de cualquier buscador de noticias o información. Posiblemen-
te, en ello colaboraría algunos de los algoritmos utilizados por las
aplicaciones sociales, que como establece el reportaje de la platafor-
ma Netflix «El dilema en las redes», nada de ello fue creado para ello
pero puede servir de uso para lo que no fue creado.
El estudio ha acreditado que el factor de infectados y/o fallecidos
por la pandemia de la COVID-19 no afecta de modo negativo al incre-
mento de seguidores o manifestantes favorables a los negacionistas
de la enfermedad y de las medidas para prevenir su contagio y ex-
pansión. Son aspectos, que no tienen correlación, carece de impor-
tancia el continuo y abultado aumento de contagiados y fallecidos en
el mundo. Pese a la continua y diaria difusión en todos los medios de
comunicación del número de contagiados y fallecidos, el número de
individuos que cuestiona la realidad de la pandemia de la COVID-19
y sus efectos y trata de inútiles los medios de prevención no decrece.
Es una circunstancia destacable.
Toda esta impresión difundida a través de las redes sobre la falta
de respuesta de los gobiernos ante la pandemia, de sus equivocacio-
nes y/o sus supuestas mentiras lanzadas a sus ciudadanos ha tenido
un eco considerable debido a la masiva difusión de bulos y una con-
tinua desinformación; en cuanto a lo exitoso de una campaña contra
la realidad, entendemos que en parte se debe a la evolución de la
sociedad en el entorno de redes sociales. Cada vez mayor número de