CIENCIA
POLICIAL
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otro familiar, el profesor o el sacerdote, personas que deben cuidar y
velar por el menor, por lo que aún sea más difícil sospechar de ellos.
Todo lo anteriormente expuesto, pone de manifiesto la gran impor-
tancia de obtener un testimonio por parte del niño lo más completo y
veraz posible, que sirva para un estudio extenso y preciso de indica-
dores verbales del engaño, con el apoyo de la observación conductual.
Para esto, es preciso tener en cuenta que los menores presentan ciertas
diferencias a la hora de recordar un evento debido a su madurez cog-
nitiva y que su forma de expresarse también será diferente a la de un
adulto. Por todos estos motivos, es necesario conocer unas pautas de
actuación específicas por parte de los agentes que interactuarán con
el menor a lo largo de todo el proceso.
4.1
Primeras unidades policiales intervinientes
Debido al contacto más inmediato y cercano al ciudadano,
las primeras unidades que intervendrán ante un delito de violencia se-
xual contra menores serán las Oficinas de Denuncias y Atención al Ciu-
dadano (ODAC), los operadores de la Sala 091 y los Grupos de Atención
al Ciudadano (GAC). Los primeros contactarán por primera vez con el
menor en sede policial y los segundos tendrán un contacta anterior,
en el caso de que fueran requeridos ante la comisión del hecho o por
haber sido testigos directos de la agresión.
Si el hecho denunciado no fuera de larga data y hubiera alguna posi-
bilidad de encontrar algún vestigio que pudiera ayudar a probar los he-
chos en fase judicial y conseguir la identificación y posterior detención
del autor, será determinante la intervención de la Policía Científica.
Es preciso que todas las unidades intervinientes, cuenten con una
formación adecuada sobre las características de este tipo de hechos
delictivos entre los que se encuentran conductas como tocamientos,
agresiones con penetración, exhibicionismo ante los menores, aco-
so, proposiciones sexuales e incluso explotación infantil, para que los
agentes que tengan que intervenir, cuenten con las herramientas nece-
sarias y sepan adaptar su lenguaje y comportamiento a estas víctimas
especialmente vulnerables debido a su edad.