CIENCIA
POLICIAL
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práctica policial. En la primera se incluyen posiciones fundamentales,
puntos vulnerables, defensa ante amenazas con arma corta de fuego
o cuchillo y técnicas de golpeo, control o proyección; mientras que la
práctica policial (también conocida como entrenamiento operativo),
engloba el aprendizaje de la distancia necesaria para intervenir con
seguridad, la identificación de personas, el cacheo y cómo engrilletar
sospechosos, el traslado de personas heridas, cómo intervenir en ve-
hículos; resolución de resistencias pasivas y el protocolo de reducción
de personas violentas (Benito, 2005).
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, debido a las características de
su profesión, se encuentran muy expuestas a situaciones estresantes
(T. García, 2015); lo que en ocasiones provoca que su nivel de activa-
ción no sea el adecuado y ello dificulte el análisis de la situación y la
posible intervención correspondiente.
Este estado de activación prepara al cuerpo humano para dar una
determinada respuesta, no obstante, la relación de adecuación sigue
un equilibrio delicado, como ya estudiaron Yerkes y Dodson en 1908.
Esta teoría sugiere que el rendimiento en una determinada tarea se
encuentra afectado por el nivel de activación (
arousal)
, existiendo una
relación en forma de «U» invertida en función del rendimiento y del
arousal
. Parte de que el mayor nivel de rendimiento se alcanza cuando
se experimenta un nivel medio de activación, es decir, tanto niveles
muy altos como muy bajos de activación reducen el rendimiento (Arent
y Landers, 2003).
Esta teoría de la activación también ha sido estudiada en el ámbito
del deporte y de la actividad física (Arent y Landers, 2003). Llegando
a la conclusión de que el rendimiento óptimo se alcanza cuando los
niveles de activación son medios. Sin embargo, la defensa personal
policial y la práctica operativa no son sólo deportes, sino que de ellas
puede depender la vida o la integridad física tanto de los agentes de la
autoridad como de otras personas, lo que puede desencadenar las res-
puestas de supervivencia iniciadas por el sistema nervioso simpático.
Las situaciones propias de la labor policial pueden provocar altos
niveles de estrés en los agentes de la autoridad, y si este estrés no es
manejado adecuadamente, puede dar lugar al bloqueo de las respues-
tas de los agentes.