Estrés operativo policial
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Introducción / Fundamentación teórica
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad son las encargadas de
mantener la seguridad pública y para ello se pueden diferenciar tres
agrupaciones diferentes. La primera de ellas serían las Fuerzas y Cuer-
pos de Seguridad que dependen del Estado: la Guardia Civil y la Po-
licía Nacional; la segunda serían los Cuerpos de Policía dependientes
de las comunidades autónomas: Mossos, Ertzaintza, Policía Foral y
Policía Canaria; por último, los Cuerpos de Policía dependientes de
las corporaciones locales o municipales. El principal objetivo de estos
agentes de la autoridad es proteger los derechos y las libertades de
las personas, así como garantizar la seguridad ciudadana, rigiéndose
siempre por los principios de congruencia, oportunidad y proporcio-
nalidad (Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo).
Partiendo de que no existe una formación concreta que sea común e
impartida a todas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ya que cada unidad
policial tiene una instrucción determinada (S. Ruiz y Mainar, 2016), las
formaciones de estos agentes de la autoridad suelen incluir formación
legislativa, valores policiales, preparación y una preparación técni-
co-táctica, entre otros aspectos. Esta preparación técnico-táctica se
basa en la defensa personal poli-
cial, la cual tiene como objetivo la
seguridad del agente; para lo cual
este arte marcial integra aspectos
que abordan desde «la identifica-
ción hasta la detención, pasando
por la preparación para la defen-
sa contra agresiones a media y
corta distancia, cuerpo a cuerpo,
defensa contra ataques de arma
blanca, inmovilizaciones, engri-
lletamientos de diversa índole y
el uso de la defensa» (Tárrega y
Navarro, 2015: 32). Sin embargo,
en el
Manual de Procedimientos de
la Policía Nacional
, se diferencia
la defensa personal policial de la
Imagen 1. Representación de un engrilletamiento
sobre pared