Delitos de odio: análisis sobre la alta tasa de infradenuncia
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3.1.3
Preguntas específicas
De la parte específica de la encuesta, y dentro de la sección de
preguntas no relacionadas con las tipologías delictivas, las variables en
las que se encontraron diferencias significativas en relación con la tasa
de denuncia fueron tres. En primer lugar, los participantes que habían
experimentado alguna conducta discriminatoria durante la pandemia
del covid-19 fueron más propensos a denunciar que los que no sufrie-
ron discriminación (Chi-cuadrado = 4,13, gl = 1, p = 0,047). Lamenta-
blemente, en la encuesta no se hicieron más preguntas relacionadas
con el covid-19, por lo que es muy complicado sacar conclusiones ro-
bustas acerca de este resultado. Por otro lado, las personas que habían
sido victimizadas en los últimos cinco años más de una vez denuncia-
ron significativamente menos (5,5 %) que las que solo sufrieron un
único hecho delictivo (14,5 %; tabla 3; Chi-cuadrado = 8,99, gl = 1,
p < 0,001). Por último, la relación con el agresor también fue significa-
tiva cuando se compararon los participantes que denunciaron el delito
que sufrieron con los que no lo hicieron (Chi-cuadrado = 26,09, df = 6,
p < 0,001). En este sentido, cuando el agresor fue un vecino (46,2 %) o
un familiar (22,2 %) la tasa de denuncia aumentó significativamente,
principalmente en el primer caso. Sin embargo, cuando el agresor fue
un amigo (0 %), un compañero de clase (0 %) o un compañero de tra-
bajo (6 %) la tasa descendió significativamente. Por último, la variable
sexo/género del agresor fue cercana a estadísticamente significativa.
Cuando la autora del delito fue una mujer, las víctimas denunciaron
mucho menos (2,4 %) que cuando fue un hombre o varios hombres
(múltiples agresores de sexo/género masculino).