Las compañías militares privadas rusas (PMC). El Grupo Wagner como buque insignia
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analistas ven como la cuestionable vanguardia de una importante ini-
ciativa rusa en África.
El grupo Wagner, dirigido o al menos financiado por el oligarca Ev-
geny Prigozhin, ya se habría vuelto indispensable para Tuadéra.
Una fuerza de entre 1200 y 2000 miembros de Wagner, así como
un contingente de unos 300 soldados ruandeses de élite, impidieron
que el ejército rebelde de la Coalición Patriota para el Cambio (CPC)
tomara Bangui en 2021. El CPC reunió a seis signatarios del acuerdo
de Khartum de 2019, que fracasó, y fue dirigido por el expresidente
François Bozizé. Los rebeldes avanzaron sobre Bangui después de la
victoria de Touadéra en las elecciones de diciembre de 2020, de las
que Bozizé había sido excluido y que, en opinión general, habían sido
amañadas.
Los rusos avanzaron entonces en las zonas rurales, derrotando a
los rebeldes a medida que avanzaban. Por lo tanto, restauraron un ni-
vel de seguridad que no se había logrado durante mucho tiempo en la
República Centroafricana, logrando lo que otros extranjeros, incluidos
Francia, la Libia del difunto Muamar el Gadafi e incluso Sudáfrica –en
2013– no consiguieron.
Por lo tanto, la presencia de los rusos fue muy bien recibida por
primera vez por los ciudadanos de la República Centroafricana. Sin
embargo, su popularidad se atenuó a medida que cometieron cada vez
más graves violaciones de los derechos humanos contra civiles, según
Naciones Unidas y otras organizaciones. Además, se afirma que se
han dirigido no solo contra los miembros de los grupos étnicos peul y
gbaya –de los que Bozizé es miembro– sino también contra los musul-
manes en general. Algunos grupos rebeldes de la alianza del PCCh son
en su mayoría musulmanes.
El mayor dilema del presidente Tuadéra es tal vez que su fuerte
dependencia de Wagner y más en general de Rusia ha envenenado sus
relaciones con los países occidentales, especialmente con Francia.
Estados Unidos también está molesto y ya había sancionado a Pri-
gozhin por su presunto papel en el intento de influir en sus elecciones
de 2016. Tanto Washington como la Unión Europea han impuesto re-