El rumor en la Policía Nacional
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La OMS informó que el virus infectaba a todas las personas con
independencia de su edad. Matizó que la enfermedad provocada es
más virulenta y peligrosa en personas de avanzada edad, siendo los
índices de mortalidad mayores. Parece que el envejecimiento y el des-
gaste del organismo no benefician la lucha ante nuevas infecciones,
en especial a partir de 75 años cuando el sistema inmune, envejecido,
se encuentra más deteriorado. Al ser un virus al que los humanos no
se han expuesto previamente, el tratamiento adecuado es basado en
impedir el contagio, lo que se logra con el aislamiento. En cuanto a la
COVID-19, no hay estudios de efectividad del uso de mascarilla y su
relación con la disminución de contagios, pero sí para otras enferme-
dades virales similares, en la que tanto la mascarilla como la higiene
de manos disminuyó la transmisión en un 67 % (Aurelio et al., 2012).
Otras cifras importantes son: en un estudio de 44 415 casos el
81 % desarrolló manifestaciones leves al virus, el 14 % graves y el
5 % ingresaron en cuidados intensivos (UCI) (Beeching et al., 2020).
Según expertos existen diferentes modos de acometer la pandemia:
1) No hacer nada y esperar a que la enfermedad pare cuando se
enfermen todas las personas susceptibles.
2) Atenuar el contagio con medios preventivos.
3) Encontrar la eliminación de la epidemia.
Las matemáticas y sus modelos han sugerido que, sin medida al-
guna, en Inglaterra, por ejemplo, en tres meses se infectaría el 80 %
de la población y habría 510 000 muertos; en el caso de los Estados
Unidos cerca de 2,2 millones. En ambos casos hay que incluir el co-
lapso del sistema de salud. La atenuación reduciría las muertes casi a
la mitad, pero no solucionaría el colapso sanitario. Sin embargo, las
estrategias de eliminación ocasionarían que la demanda de atención
médica, en el peor de los casos, se redujera en dos tercios, considerán-
dose la forma más válida de afrontar el problema (Ainslie et al., 2020).
El 15 de octubre de 2020, los contagios de COVID-19 en España y el
mundo alcanzaron cifras preocupantes. No permiten albergar duda: exis-
te una emergencia sanitaria grave que en la actualidad enfrenta en nues-