E
n el mundo se suicida una persona cada cuarenta se-
gundos y, en España, cada dos horas, constituyendo la
principal causa de muerte externa. En 2021 se superó en
nuestro país la barrera de los cuatro mil fallecidos, pese a
ello sigue sin existir un plan nacional específico y continúan sien-
do sucesos estigmatizados, incomprendidos y silenciados, aso-
ciados al fracaso de la sociedad, el miedo, la vergüenza y la culpa.
El sufrimiento y la desesperanza son los únicos elementos que com-
parten aquellos que desarrollan una conducta suicida. Por lo demás,
se trata de un fenómeno multifactorial, complejo y dinámico que, con
la irrupción de Internet en el 96,1 % de los hogares españoles, ha abier-
to un panorama no exento de dificultades, pero también ofrece opor-
tunidades y abre vías a la prevención, detección y auxilio de las per-
sonas en riesgo.
El presente artículo profundiza en el conocimiento del suicidio y su
relación con la expansión social de Internet, dimensiona el fenóme-
no, describe los problemas derivados de su atención, facilita medias
tanto globales como específicas del ámbito policial, aplicables a
corto, medio y largo plazo. Además describe la pionera «Operación
Policial FIN», creada por la Sección de Redes de la Unidad Central de
Ciberdelincuencia en el año 2018, destinada a la atención anuncios
de voluntad suicida publicados en Internet.