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studiaremos las secciones de Vanguardia (Asalto) bajo
el liderazgo de Agustín Muñoz Grandes, así como una
sucinta descripción suya, abordando las relaciones del
Cuerpo con la sociedad de la Segunda República. Iden-
tificando la simbiosis conseguida entre sociedad y guar-
dias del Cuerpo de Asalto, junto a la relevancia de Muñoz Grandes en
ello. Sin apenas registros policiales de las intervenciones policiales,
debemos acudir a la prensa, como sustancial fuente historiográfica
y complemento a la documentación.
Planteamos que Muñoz Grandes no fue el creador de los Guardias
de Asalto y que tampoco los organizó en sus inicios, de la misma
manera que no les dirigió en la revolución de Asturias. Los de Asalto
estaban especializados en controlar desórdenes públicos, sin derra-
mamiento de sangre, sustituyendo los antiguos machetes policiales
por las defensas. Su popularidad e importancia social y guberna-
mental fue considerable. Su gran desarrollo, bajo el mando de Muñoz
Grandes, quien intentó crear un instrumento al servicio de la socie-
dad que permaneciera fiel al Estado y velara por ellos, fomentando
el orgullo de pertenencia. Su afabilidad, su justicia, su cercanía, su
accesibilidad y la defensa de sus policías le granjeó esa situación de
prestigio dentro del Cuerpo.
Actuales acontecimientos nos identifican con lo vivido en esa etapa.
La sociedad ha comprobado cómo la Policía resulta ser el principal
bastión del Estado para salvaguardar el orden constitucional, a la par
que apoyar y defender contra la reciente pandemia. La respuesta so-
cial, similar a la de los años 30: cariño, respeto y admiración, reedi-
tando aplausos, homenajes y ofrendas.