CIENCIA
POLICIAL
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Los habitualismos gráficos. Gestos tipo
Todos cuando aprendemos a escribir en el colegio imitamos,
con mejor o peor fortuna, el modelo caligráfico que nos propone el
profesor, pero al poco tiempo vamos introduciendo en la forma de las
letras pequeñas modificaciones que las individualizan. De este modo
se alargan jambas, se forman ángulos, se añaden rasgos de adorno, etc.
Con el tiempo estas modificaciones se van ampliando a la forma de los
signos de puntuación, tildes y barras, intensidad y tipo de cohesión, el
espaciamiento entre letras y palabras, márgenes, presión, etc.
Estas peculiaridades gráficas son producto de nuestra PSICOMO-
TRICIDAD. La psicomotricidad puede definirse como la expresión del
psiquismo a través del movimiento, o según otros autores como “la
expresión corporal de la forma de ser de cada individuo”. La función
motriz y la cognoscitiva no se pueden disociar. No existen movimientos
autónomos. Pensemos que para andar no solo es necesario el movi-
miento de las piernas, es preciso manejar conceptos como la distancia,
el tiempo, el ritmo y la sincronía.
La escritura es un gesto que, a diferencia de los ademanes mímicos
queda fijado en un plano.
De la misma manera en que cada cual tiene una forma peculiar de
andar, de gesticular, de mover los brazos, de expresar emociones con el
cuerpo, que permiten distinguirla de las demás, cada persona plasma
su psiquismo en las formas de su escritura.
Estos habitualismos gráficos se van formando de manera incons-
ciente y en su génesis influyen diversos factores:
· Factores físicos como son el tono muscular, la elasticidad de articu-
laciones o nervios, la tipología corporal, etc.
· Factores psicológicos: Rasgos caracteriales, grado de extraversión,
inhibición, agresividad, temperamento, etc.