Background Image
Table of Contents Table of Contents
Previous Page  153 / 218 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 153 / 218 Next Page
Page Background

CIENCIA

POLICIAL

152

La ONTSI (Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y la So-

ciedad de la Información) en 2018, catalogó en 30.2 millones el nú-

mero de las personas que accedían a redes sociales, con una edad

entre los 16 a 74 años. A final de 2019, la AIMC (Asociación para la

Investigación de Medios de Comunicación) publica que el 61,9 % de

internautas utilizan las redes para la lectura de noticias de actuali-

dad y el 68,8 % las redes sociales.

Otro informe, de Digital News Report del año 2019, llevado a cabo

por las Universidades de Oxford y Navarra, afirmaba que el 68 % de

internautas españoles manifestaban estar muy preocupados por di-

ferenciar la mentira de la verdad en internet.

En el plano político actual, el programa de coalición del Partido

Socialista y Unidas Podemos, en su artículo 5.9, expone:

«Desde el respeto escrupuloso a la libertad de expre-

sión e información, impulsaremos una estrategia nacio-

nal para la lucha contra la desinformación, que incluirá

la elaboración de guías, mejores prácticas y cursos para

combatir la desinformación en internet y redes sociales».

Un informe PISA (OCDE, 2017), reveló que una tasa inferior a un

10 % de los estudiantes de la OCDE, exactamente el 8,7 %, «dominan

tareas de lectura complejas como distinguir entre un hecho y una opi-

nión cuando leen temas con los que no están familiarizados». Datos

preocupantes que deben tener respuesta de un sistema educativo mo-

derno. ¿Se debe sustituir el plan de estudios actual por uno adecuado

que dote a las nuevas generaciones de habilidades para diferenciar

los conceptos mencionados? Sin lugar a dudas sería beneficioso.

Otro aspecto, importante y a la vez foco de perjuicios, son los algo-

ritmos utilizados por los medios de comunicaciones digitales y redes

sociales, donde hacen llegar a los usuarios de redes mensajes o pu-

blicaciones acorde a sus preferencias e intereses, conocidos por sus

movimientos a través de la red, aplicaciones que obligan al usuario a

registrarse y buscadores.

Algunos medios de comunicación han comenzado a plantar batalla

a esa plaga de desinformación e ingeniería social (en algunos casos).