Las compañías militares privadas rusas (PMC). El Grupo Wagner como buque insignia
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dos regiones prorrusas al este de Ucrania, donde desde 2014 hay
una guerra civil latente entre los nacionalistas ucranianos y los
separatistas prorrusos– empleando medios blindados, artillería,
cohetes, defensa aérea y capacidades de asalto terrestre contra
posiciones militares ucranianas.
3.
Misiones de inteligencia. Las unidades especiales de las PMC lle-
varon a cabo la recopilación de inteligencia técnica y humana, el
desvío, el sabotaje y otras misiones encubiertas y clandestinas,
incluidos asesinatos.
4.
Propaganda y desinformación. Las entidades de medios de co-
municación dirigidas por las PMC, como la Agencia de Noticias
Kharkiv, propiedad de Prigozhin, han llevado a cabo agresivas
campañas de desinformación para fomentar el descontento y la
inestabilidad, promover narrativas prorrusas y separatistas y
adoctrinar a los jóvenes ucranianos.
Las PMC comenzaron a operar en Ucrania durante la anexión de
Crimea por parte de Rusia en marzo de 2014 antes de asumir un papel
central en la guerra encubierta en la región de Donbás, en el este de
Ucrania. Operando de forma independiente o aumentando las fuerzas
rusas regulares, el personal de las PMC en Ucrania, incluido el Grupo
Wagner, alcanzó entre 2500 y 5000 durante el pico de los combates
en 2015.
Las PMC proporcionaron a Moscú una herramienta ideal a través de
la cual perseguir sus objetivos geopolíticos, militares e ideológicos en
Ucrania: desestabilizar y luego consolidar el control sobre Crimea y
Donbás, socavar y presionar a Kiev y a sus patrocinadores occidentales
para que hicieran concesiones diplomáticas, y hacerlo todo mientras
se negaba cualquier participación oficial rusa. Sin embargo, si bien las
PMC permitieron a Moscú y a sus representantes del Donbás tomar y
asegurar el control de las nuevas repúblicas «independientes» en Do-
netsk y Luhansk, sus logros en el campo de batalla se estancaron en
gran medida desde 2015, lo que convirtió a las líneas del frente del este
de Ucrania en otro conflicto congelado respaldado por Rusia. Además,
los intentos rusos de mantener la «negabilidad plausible» engañaron
a pocos Gobiernos occidentales, lo que resultó en sanciones a funcio-
narios y organizaciones del Kremlin y a las PMC.