Bilbao, 11 de julio de 2001
Queridos/as amigos/as
Sabemos que con esta carta que os hacemos llegar no se va a convertir en un bálsamo que permita sofocar el dolor por el vil asesinato de vuestro compañero Luis Ortiz, pero no podemos pasar estos momentos trágicos sin deciros que la amplia mayoría de la población vasca y navarra sintió el martes un profundo latigazo en el alma al conocer la noticia de que banda terrorista ETA había asesinado a otro ser humano más, a una vida irrenunciable, inimitable y preciosa como la de Luis.
Resulta una osadía pediros valor, esperanza en le futuro, confianza en el pueblo vasco cuando en su nombre han asesinado a una persona que formaban parte de vuestra vida cotidiana, pero queremos que sepáis que miles de vascos se concentraron el miércoles en de 130 lugares a lo largo de la geografía vasca y navarra en repulsa por este atentado y en solidaridad con vosotros y vuestros compañeros de la Policía Nacional. No permitiremos que mancillen con sangre el valioso nombre de nuestra tierra. Nuestra sociedad vasca es una sociedad que segue de pie, en silencio, con el corazón dolorido, pero sin ceder un centímetro a las pretensiones o a los métodos violentos con los que los intolerantes creen ilusamente que van a acallar nuestras conciencias. Seguimos firmes ante la barbarie etarra porque sentimos como propio cualquier amenaza violenta y no podemos renunciar a nuestra libertad y dignidad democrática.
Tan sólo nos resta agradeceros la valentía demostrada y la gratitud por la labor desempeñada en la investigación y detención de los criminales etarras, ofreceros nuestra ayuda para lo que consideréis oportuno y, por último, nos gustaría que trasladaseis a los compañeros más cercanos de Luis Ortiz todo nuestro afecto y ánimo.
Un cálido abrazo solidario,
Mikel Urkiola García
GESTO POR LA PAZ